El verdadero hogar del alma. El camino del no retorno.

Hoy es el día en el que Ramón dejó su cuerpo físico, estábamos reunidos todos en un retiro de silencio ese fin de semana. Os dejo unas palabras de Ramón, de su último verano: “hacerme caso no como Ramón, sino como algo más”. Con Ramón, creció una rama dentro del árbol que es la Tradición de los Siddhas tamiles, y de él están surgiendo otras que continúan con su semilla, de Param a Tirumular; de Tirumular, Ramalinga y Agastyar a Ramón; de Ramón a…

Y dejo también unas palabras de un libro que me regalaron en Ciudad de México, un libro que no está a la venta, el libro es de Prabhupada y se centra en algunas conferencias que dio durante su estancia en México y en testimonios de sus discípulos. Al comienzo del libro dejó unas palabras para el discípulo ausente:

Yo siempre te tengo presente

en mis pensamientos,

y lamento nuestra separación.

Me gustaría regresar al pasado

y retomar nuestro diálogo.

En nuestra ausencia

continúa con vigor tus actividades.

Jamás consideres que esté ausente de ti.

Mi presencia física no es esencial,

el contenido de mis palabras,

sí que lo son.

Anhelo que mis hijos espirituales,

quienes me asisten con respeto y fe,

trabajen unidos para que esta filosofía

de Conciencia de Krishna

sea presentada al mundo entero.

Esto me recuerda que cada uno debe continuar con vigor las actividades encomendadas, que esto es una ofrenda a la Consciencia Pura, y tu acción forma parte de la acción de la Consciencia. Y sólo hacer eso, que es lo correcto. Una voluntad (la de Siva y los Siddhas) y nuestras acciones emergiendo y en armonía con esa Voluntad Pura.

¿Cuál es tu ofrenda?

Dejo otras palabras de este año 2023 como cierre:

Un ashram se mantiene por la fuerza viva de la Divinidad, un ashram se mantiene porque hay personas que se unen a esa fuerza viva, al aliento de Siva, al aliento de la Consciencia, donde el anhelo está siempre presente. Un ashram no es un edificio, no es un campo, es el lugar donde se lleva a cabo la adoración pura a la consciencia, y las personas que habitan el lugar están unidas por un amor muy especial, que traspasa distancias, están unidas por el Origen.

Ese amor es muy valioso, no tiene medida, y los Siddhas están presentes en ese Amor tan profundo por cualquiera que se vuelva hacia ellos y Siva.

Las manos son uno de los indriyas, a través de las manos ejecutamos la mayoría de las cosas que nuestra mente y nuestra alma quiera hacer y experimentar. Que nuestras manos sean las manos de Siva, que nuestras manos sólo sirvan para las acciones puras de la Consciencia.

Un ashram se mantiene por la fuerza del amor de los Devotos, ya sé que la palabra está en desuso, y que para algunas personas puede sonar rara. Pero es la fuerza de ese amor lo que sustancia ese Amor de la Consciencia. La Consciencia es Amor Puro, sin ataduras, ahí es la Cosa que no tiene apegos, ahí está la Luz Pura sin vínculo.

El ashram existe antes de que se materialice, es un acto de amor de los Devotos (los Siddhas) y del propio Siva.

Como final:

Como dijo Ramón, «sigue el Vasi yoga, no te apartes del camino, no te distraigas. Quien me sigue es porque sigue el camino de la Tradición de los Siddhas tamiles». Uno holla la huella que los Siddhas antes de ti dejaron para que siguieras el camino y no te perdieras.

Aquí una imagen de Agastyar y de cuando fuimos a las montañas de los Siddhas.

Deja un comentario